Noticia biográfica de Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos
ebook ∣ Arte colombiano
By José Manuel Groot

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La labor que emprende José Manuel Groot al componer Noticia biográfica de Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos, es una tarea de rescate. En efecto, nada se conocía
acerca del pintor considerado como el gran maestro de la pintura colonial. En las primeras líneas de la obra, da cuenta Groot de la ignorancia acerca de este auténtico talento
hispanoamericano, pues al revisar las obras de cronistas coloniales como Ocariz y Piedrahíta, no encuentra menciones de la vida y la obra de Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos. Sólo en los textos del padre Zamora aparece un elogioso comentario de los cuadros de Vázquez que estaban colgados en la Capilla del Sagrario.
Fue Groot el auténtico descubridor de Gregorio Vásquez, el primero en advertir que no se trataba de uno de tantos oscuros pintores coloniales, sino de una vigorosa personalidad artística, un brote magnífico del genio en América. Encontró una unidad de estilo dentro de la variedad de modalidades, el color característico, la continuidad en los motivos y en los personajes de sus lienzos.
Fijó una sólida base a la biografía del pintor con el hallazgo de su partida de bautismo; rescató las anécdotas que envolvían en amable leyenda la vida de Vásquez, no todas auténticas, posiblemente, pero útiles para conformar el ambiente en que se conservó su recuerdo; estableció comparaciones con pintores europeos, dando así un punto de apoyo a sus observaciones y llamando la atención de las gentes sobre el gran pintor; ensayó con fortuna la defensa de su talento artístico, refutando las críticas no siempre justas que se le habían formulado en un infructuoso intento de aminorar su valor.
El libro pierde algo de objetividad dada la actitud incondicional de Groot respecto al genio de Vázquez, a quien excusa en todo momento las debilidades y exalta con fervor entusiasta los que presume hallazgos autodidactas del pintor, pretendiendo dar la impresión que Vázquez no requirió finalmente enseñanza pictórica alguna, y que la admirable disposición de sus trabajos tenía por única base al individuo genial, más construido por la vía de la leyenda y la exageración, que por una dudosa ciencia infusa que le permitió formarse pictóricamente sin requerir de maestros.
Fue Groot el auténtico descubridor de Gregorio Vásquez, el primero en advertir que no se trataba de uno de tantos oscuros pintores coloniales, sino de una vigorosa personalidad artística, un brote magnífico del genio en América. Encontró una unidad de estilo dentro de la variedad de modalidades, el color característico, la continuidad en los motivos y en los personajes de sus lienzos.
Fijó una sólida base a la biografía del pintor con el hallazgo de su partida de bautismo; rescató las anécdotas que envolvían en amable leyenda la vida de Vásquez, no todas auténticas, posiblemente, pero útiles para conformar el ambiente en que se conservó su recuerdo; estableció comparaciones con pintores europeos, dando así un punto de apoyo a sus observaciones y llamando la atención de las gentes sobre el gran pintor; ensayó con fortuna la defensa de su talento artístico, refutando las críticas no siempre justas que se le habían formulado en un infructuoso intento de aminorar su valor.
El libro pierde algo de objetividad dada la actitud incondicional de Groot respecto al genio de Vázquez, a quien excusa en todo momento las debilidades y exalta con fervor entusiasta los que presume hallazgos autodidactas del pintor, pretendiendo dar la impresión que Vázquez no requirió finalmente enseñanza pictórica alguna, y que la admirable disposición de sus trabajos tenía por única base al individuo genial, más construido por la vía de la leyenda y la exageración, que por una dudosa ciencia infusa que le permitió formarse pictóricamente sin requerir de maestros.