Lujuria caliente

ebook

By Laetitia Guivarché

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Todo sucede en la primavera, estoy casado y tengo dos hijos, Heike el objeto de mis pensamientos eróticos también está casado y también tiene dos hijos. Nuestros hijos son amigos y las dos mujeres son también muy, muy buenas amigas. Es un poco más joven que mi esposa, tiene un vestido de pelo oscuro hasta los hombros talla 38/40 y parece una querida madre y esposa. Pero una cosa me fascinó de ella, cuando vino a nosotros o nosotros o yo la conocí la miré de arriba a abajo sin que nadie se diera cuenta de nada. Era muy consciente de que siempre llevaba medias de nylon bajo los zapatos. El pensamiento de ella y la pregunta es si es una pantimedia, o si son medias, o si tal vez incluso lleva tirantes bajo la falda, o bajo el pantalón, me ocupó muy a menudo y como me gusta totalmente cuando una mujer se envuelve las piernas con medias, me imagino una u otra aventura con ella. Una vez que llegué a casa después del trabajo, las dos mujeres se sentaron en el salón con una taza de café y un trozo de pastel, los niños jugaron en sus habitaciones. Me saludé y fui a la cocina, me tomé una taza de café y me senté con las dos mujeres. Me senté frente a Heike y los tres hablamos de esto y aquello. Por supuesto que disfruté de la vista de Heike, llevaba una blusa estampada, una amplia falda marrón oscuro que terminaba justo debajo de la rodilla. Cruzó las piernas y rebotó un poco el pie. Sus piernas estaban envueltas en nylon sedoso y brillante del color de la piel, además llevaba zapatos de color marrón oscuro con un tacón no tan alto, de unos cuatro o cinco centímetros. Parecía de muy buen gusto, pero de nuevo mis pensamientos se volvieron locos. Me imaginé delante de sus rodillas, sus piernas juntas y acariciando lentamente con mis manos la delicada tela de nylon desde los tobillos hacia arriba.
Lujuria caliente